Sinners, the first movie from director Rodrigo Saavedra, premiered at Sundance in January 2024. Its sequel, How It Hits, just hit SXSW, and the two films represent an ambitious experiment.
Shot back-to-back in the remote forests of Chile, they each tell a slightly different version of the same story. They share several key scenes, but each focuses on a different character and offers a radically different perspective on what transpired. Together, they form a single, sprawling portrait of a group of young people living on the margins of society. But the experience of watching one after the other can be disorienting.
“We made these films at the same time, and they’re not a sequel, not a prequel,” Saavedra told me. “They’re two parts of the same story. One doesn’t exist without the other.”
Sinners and How It Hits are both coming-of-age stories about friendship, desire, and violence. They follow a group of teenagers living on the edge of society in rural Chile as they struggle to find their place in the world. The movies share the same setting, the same cast, and several of the same scenes. But each is anchored by a different protagonist with a distinct perspective on the events unfolding around them.
The original film, Sinners, centers on Blanca (dancer-turned-actress Francisca Parra), a teenage girl struggling with her sexuality. She is drawn to her best friend, Antonia (Antonia Zegers), but is also tempted by the charismatic and dangerous Manuel (Manuel Bravo). As Blanca tries to navigate her feelings, she becomes entangled in a web of secrets and lies that threaten to tear her world apart.
How It Hits, on the other hand, focuses on Manuel. It recontextualizes many of the events depicted in Sinners, revealing new facets of the character and offering a more nuanced understanding of his motivations. What once seemed like callous indifference now reads as deep insecurity, and what once seemed like impulsive cruelty now reveals a desperate attempt to assert control. How It Hits doesn’t excuse Manuel’s behavior, but it does allow viewers to see him as more than just a villain.
Saavedra hopes that viewers will watch both movies and come away with a more complete understanding of the characters and their world. “I think it’s a richer experience to watch both,” he said. “You see the same story from different points of view, and you start to question your own assumptions.”
Indeed, watching Sinners and How It Hits back-to-back is an unusual and rewarding experience. It’s like watching a single event unfold through different sets of eyes. The movies complement each other, challenge each other, and ultimately offer a more complex and satisfying picture than either could alone. They’re a reminder that there are always multiple perspectives on any story, and that the truth is often more complicated than it seems.
## Tema:
– Exploración del innovador enfoque cinematográfico de Rodrigo Saavedra al crear “Sinners” y “How It Hits”, dos películas interconectadas que exploran la misma historia desde perspectivas distintas.
Desentrañando la Narrativa Dual de Rodrigo Saavedra: “Sinners” y “How It Hits”
El cine, en su constante evolución, busca nuevas formas de narrar historias y de conectar con el espectador. En este contexto, la propuesta del director Rodrigo Saavedra con sus películas “Sinners” y “How It Hits” emerge como un experimento cinematográfico audaz y fascinante. Presentadas inicialmente en festivales de renombre como Sundance y SXSW, estas dos cintas no son una simple secuela o precuela, sino dos partes intrínsecas de un mismo relato. Filmadas simultáneamente en los paisajes remotos de Chile, ofrecen perspectivas complementarias sobre los mismos eventos, desafiando al público a cuestionar sus propias interpretaciones y a sumergirse en la complejidad de las relaciones humanas. A lo largo de este artículo, exploraremos en profundidad este innovador enfoque y su impacto en la experiencia cinematográfica.
Un Proyecto Cinematográfico Bifronte
Sinners y How It Hits no son, en el sentido tradicional, una secuela o precuela. Rodrigo Saavedra las concibe como dos caras de la misma moneda, dos perspectivas diferentes sobre un mismo conjunto de eventos. Ambas películas comparten escenas clave, el mismo elenco y el mismo entorno rural chileno. Sin embargo, cada una está narrada desde el punto de vista de un personaje diferente, lo que altera radicalmente la percepción de lo que ocurre. Esta estrategia permite una exploración más profunda de la psicología de los personajes y de las motivaciones que impulsan sus acciones. El propio Saavedra lo explica: “Son dos partes de la misma historia. Una no existe sin la otra.” Este concepto desafía la linealidad narrativa convencional y ofrece al espectador una experiencia más rica y multidimensional.
“Sinners”: La Perspectiva de Blanca y la Confusión de la Adolescencia
En “Sinners”, la historia se cuenta a través de los ojos de Blanca, interpretada por Francisca Parra. Blanca es una joven que lucha con su identidad sexual y con las complejidades de la amistad y el deseo. Se siente atraída tanto por su mejor amiga, Antonia (Antonia Zegers), como por el carismático y problemático Manuel (Manuel Bravo). A medida que Blanca intenta comprender sus sentimientos, se ve envuelta en una red de secretos y mentiras que amenazan con destruir su mundo. La película explora temas como la autoaceptación, la presión social y las consecuencias de las decisiones impulsivas. La interpretación de Parra es fundamental para transmitir la vulnerabilidad y la confusión de Blanca en este turbulento período de su vida.
“How It Hits”: Manuel y la Desconstrucción del Villano
Por otro lado, “How It Hits” centra su atención en Manuel, el personaje que inicialmente parece ser el antagonista en “Sinners”. Al adoptar la perspectiva de Manuel, la película recontextualiza muchos de los eventos mostrados en la primera parte, revelando nuevas facetas de su personalidad y ofreciendo una comprensión más profunda de sus motivaciones. Lo que en “Sinners” se percibe como indiferencia o crueldad, en “How It Hits” se muestra como inseguridad y una desesperada búsqueda de control. No se justifica el comportamiento de Manuel, pero se le permite al espectador verlo como un ser humano complejo, con sus propias vulnerabilidades y miedos. Esta deconstrucción del villano es uno de los aspectos más innovadores y provocadores del proyecto de Saavedra.
El Impacto de la Narrativa Dual en la Experiencia del Espectador
La experiencia de ver “Sinners” y “How It Hits” en secuencia es singular y enriquecedora. Permite al espectador cuestionar sus propias interpretaciones y prejuicios, y lo obliga a considerar múltiples perspectivas antes de llegar a una conclusión. La narrativa dual resalta la subjetividad de la realidad y la importancia del contexto en la interpretación de los eventos. Al ver ambas películas, el espectador se convierte en un participante activo en la construcción del significado, en lugar de ser simplemente un observador pasivo. Esta participación activa fomenta una conexión más profunda con la historia y con los personajes, y deja una impresión duradera. Además, la utilización de locaciones en Chile le dan un ambiente realista a las películas.
Conclusión: Un Diálogo Abierto sobre la Empatía y la Perspectiva
En definitiva, el proyecto cinematográfico de Rodrigo Saavedra con “Sinners” y “How It Hits” representa una innovadora exploración de la narrativa y la perspectiva en el cine contemporáneo. Al presentar la misma historia desde diferentes puntos de vista, Saavedra desafía al público a cuestionar sus propias suposiciones y a considerar la complejidad de las relaciones humanas. La yuxtaposición de las dos películas crea un diálogo abierto sobre la empatía, la subjetividad y la dificultad de comprender completamente las motivaciones de los demás. Este enfoque audaz y provocador no solo enriquece la experiencia cinematográfica, sino que también invita a una reflexión más profunda sobre la naturaleza de la verdad y la importancia de considerar múltiples perspectivas en la vida cotidiana. La obra de Saavedra se posiciona como un ejemplo de cómo el cine puede trascender las convenciones narrativas y ofrecer una experiencia más rica y significativa.