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En un panorama geopolítico cada vez más complejo y desafiante, la industria tecnológica europea se une para impulsar una iniciativa audaz: reducir drásticamente la dependencia de la infraestructura y los servicios digitales de propiedad extranjera. Más de 80 signatarios, representando a cerca de 100 organizaciones, han dirigido una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a la responsable digital de la UE, Henna Virkkunen, solicitando un cambio radical en el enfoque de apoyo regional. El objetivo es claro: fomentar la adopción de alternativas europeas con el mayor potencial comercial, abarcando desde aplicaciones y plataformas hasta modelos de inteligencia artificial, chips, almacenamiento y conectividad.
Esta coalición, que incluye empresas de la nube, telecomunicaciones, defensa y diversas asociaciones empresariales y de startups, insta a la UE a adoptar una estrategia tecnológica enfocada en respaldar una “infraestructura digital soberana”. Este plan, que propone la creación de un “Euro Stack“, busca impulsar la innovación local y reducir la vulnerabilidad de Europa frente a las decisiones de otras potencias mundiales. La iniciativa se presenta como una respuesta urgente a las crecientes tensiones geopolíticas y la necesidad de proteger la seguridad, la resiliencia y las perspectivas económicas del continente.
La Urgente Necesidad de Soberanía Digital Europea
La dependencia de Europa en infraestructuras tecnológicas controladas por entidades extranjeras plantea serias preocupaciones en términos de seguridad, resiliencia económica y autonomía estratégica. La posibilidad de que decisiones unilaterales de otras naciones puedan interrumpir servicios esenciales, como búsqueda en internet, correo electrónico o software de oficina, representa una amenaza existencial para la sociedad europea. Wolfgang Oels, COO de Ecosia, subraya que la soberanía en infraestructuras críticas no se limita a la energía y la salud, sino que se extiende al ámbito digital.
Eventos recientes, como la conferencia de seguridad de Múnich y las declaraciones del vicepresidente estadounidense JD Vance, han exacerbado estas preocupaciones. Vance ha criticado abiertamente la legislación europea y ha defendido la supremacía tecnológica estadounidense, dejando claro que la administración estadounidense está decidida a mantener su dominio digital. Esta postura refuerza la necesidad de que Europa tome medidas proactivas para proteger sus intereses y garantizar su autonomía en la era digital.
La Propuesta del Euro Stack: Construyendo una Alternativa Europea
La propuesta central de la coalición es el desarrollo de un “Euro Stack“, una infraestructura digital europea que permita reducir la dependencia de los gigantes tecnológicos extranjeros. Esta iniciativa implica fomentar la creación y adopción de soluciones locales en áreas clave como la computación en la nube, las telecomunicaciones y la inteligencia artificial. El objetivo no es excluir a los actores no europeos, sino crear un espacio donde los proveedores europeos puedan competir de manera legítima y justificar sus inversiones.
Para lograr este objetivo, se proponen varias medidas, incluyendo la adopción de requisitos de contratación pública que favorezcan a los proveedores locales, el fomento de la colaboración entre empresas europeas a través de un enfoque de “agrupación y federación”, y la creación de un “Fondo de Infraestructura Soberana” para apoyar inversiones en áreas estratégicas como los chips y la computación cuántica.
Estrategias Clave para Impulsar la Soberanía Digital
La coalición de la industria tecnológica europea propone un conjunto de estrategias interrelacionadas para fortalecer su autonomía digital. Entre las más destacadas se encuentran:
- Compra Europea: Establecer requisitos de contratación pública que prioricen soluciones lideradas y ensambladas en Europa.
- Fomento de la Colaboración: Incentivar la adopción de un enfoque de “agrupación y federación” entre tecnólogos europeos, promoviendo estándares comunes para acelerar la escalabilidad de la infraestructura digital local.
- Inversión Estratégica: Crear un “Fondo de Infraestructura Soberana” para canalizar inversiones públicas hacia áreas capital-intensivas de la cadena de valor tecnológico, como la producción de chips y la computación cuántica.
- Armonización de Requisitos: Desarrollar requisitos armonizados para que los usuarios de la nube pública/privada opten por servicios de “nube soberana” para almacenar datos sensibles, protegiéndolos de leyes extraterritoriales no pertenecientes a la UE.
El Rol del Sector Público y Privado
La implementación exitosa de una estrategia de soberanía digital requiere la colaboración estrecha entre el sector público y el privado. Mientras que el sector público puede desempeñar un papel fundamental a través de la contratación pública y la inversión estratégica, el sector privado debe liderar la innovación y el desarrollo de soluciones competitivas a nivel mundial. Cristina Caffarra, economista de la competencia, destaca la necesidad de que el sector público compre productos europeos, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y China.
Además, se propone la implementación de “incentivos” para que el sector privado adopte proveedores locales, ya sea a través de vales u otros mecanismos de apoyo. Estos incentivos, aunque impliquen subsidios, se consideran inversiones necesarias para impulsar el crecimiento y la innovación de la industria tecnológica europea.
En conclusión, la iniciativa de la industria tecnológica europea para impulsar la soberanía digital representa un paso crucial para proteger los intereses y la autonomía del continente en un mundo cada vez más digitalizado y competitivo. La implementación de una estrategia integral, que combine la inversión pública, el fomento de la colaboración y la promoción de la innovación local, es esencial para garantizar que Europa pueda competir en igualdad de condiciones en la economía global y proteger sus valores y principios en la era digital. La Comisión Europea tiene la oportunidad de liderar este esfuerzo y transformar la ambición de la soberanía tecnológica en acciones concretas que beneficien a todos los ciudadanos europeos.
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