La salida a bolsa (OPI) de CoreWeave el pasado viernes generó más expectación que euforia. Si bien la empresa logró recaudar 1.500 millones de dólares y alcanzar una capitalización de mercado de 14.000 millones de dólares en su primer día, el precio de sus acciones se situó en 40 dólares, por debajo del rango previsto de entre 47 y 50 dólares. Este debut, calificado como “tibio”, no eclipsa el hecho de que se trata de la mayor OPI relacionada con la inteligencia artificial (IA) hasta la fecha, y la más grande en el sector tecnológico estadounidense desde 2021. Este artículo analizará los factores que llevaron a este debut en bolsa, el inusual origen de la compañía, y las perspectivas futuras de CoreWeave en el competitivo mercado de la IA.
El debut bursátil de CoreWeave: Un comienzo discreto
El jueves anterior a su salida, CoreWeave fijó el precio de sus acciones en 40 dólares, por debajo de las expectativas iniciales, y redujo el número de acciones ofrecidas. A pesar de ello, la compañía logró levantar una considerable suma de capital y alcanzó una valoración significativa. Sin embargo, la reacción del mercado fue moderada, con las acciones abriendo a 39 dólares y cerrando a 40. Este debut menos espectacular de lo esperado plantea interrogantes sobre el apetito de los inversores y las expectativas en torno a las empresas dedicadas a la IA. A pesar de este comienzo tibio, la OPI de CoreWeave marca un hito importante como la mayor salida a bolsa relacionada con la IA hasta la fecha, superando a otras empresas en el sector.
De la minería de criptomonedas a la inteligencia artificial
La historia de CoreWeave es singular. El Chief Strategy Officer, Brian Venturo, junto con sus socios, provenían del mundo de los hedge funds. Tras el cierre de su fondo de energía, Hudson Ridge, encontraron tiempo libre y decidieron explorar el mundo de las criptomonedas. Inicialmente, su objetivo era comprender el proceso de creación de las criptomonedas, por lo que comenzaron a minar Ethereum utilizando GPUs en su oficina de Manhattan. Lo que comenzó como un experimento, pronto se convirtió en una operación a gran escala, llegando a acumular miles de GPUs en un garaje en Nueva Jersey. Esta experiencia en la minería de criptomonedas, gestionando un gran número de GPUs en entornos exigentes, sentó las bases para su posterior incursión en el campo de la IA.
La clave del éxito: Colaboración y visión a futuro
El equipo de CoreWeave comprendió que su infraestructura de GPUs podía ser utilizada para otras aplicaciones, como el entrenamiento de modelos de IA. Para adquirir los conocimientos necesarios, establecieron una colaboración con EleutherAI, un grupo de código abierto dedicado a la creación de modelos de lenguaje grandes (LLM). A cambio de acceso a sus GPUs, CoreWeave recibió valiosa información sobre el entrenamiento de IA. Esta colaboración resultó ser un punto de inflexión, ya que les permitió establecer contactos con numerosas startups que se convirtieron en clientes de pago. La colaboración con EleutherAI y la posterior captación de clientes como Stability AI, allanaron el camino para la expansión de CoreWeave en el mercado de la IA.
La importancia de la comunidad y el capital
La conexión de CoreWeave con la comunidad de código abierto resultó ser fundamental para su éxito. Gracias a su trabajo con EleutherAI, OpenAI se fijó en CoreWeave, y a través de OpenAI, Microsoft también se interesó. Microsoft se convirtió en su mayor cliente, gracias a su inversión en OpenAI. Posteriormente, OpenAI firmó un acuerdo de 12.000 millones de dólares con CoreWeave, desplazando a Microsoft como su principal cliente. Además de las relaciones, fue clave la inyección de capital de inversores como Magnetar, que proporcionaron los recursos necesarios para construir una infraestructura de vanguardia. Hoy en día, CoreWeave cuenta con 32 centros de datos y 250.000 GPUs, incluyendo los codiciados chips Blackwell de Nvidia.
En resumen, la salida a bolsa de CoreWeave, aunque no fue tan espectacular como se esperaba, representa un hito significativo en el sector de la IA. La compañía, fundada por ex-gestores de hedge funds que comenzaron minando criptomonedas en un garaje, ha logrado posicionarse como un proveedor clave de infraestructura para el entrenamiento de modelos de IA. Su éxito se basa en una combinación de factores, incluyendo la visión estratégica de sus fundadores, la colaboración con la comunidad de código abierto, y la captación de importantes inversiones. A pesar de los desafíos, como su considerable deuda, CoreWeave se encuentra en una posición privilegiada para capitalizar el creciente mercado de la IA y seguir expandiendo su negocio en los próximos años.